Me he tomado muy en serio esto del nuevo horario, hasta el grado de darle matices personales. Ahora soy un guampiro obrero; trabajé toda la madrugada. El objetivo: tener ratos de ocio para creerme esto de las vacaciones.
Pero ese objetivo ha de ser un ciempiés porque huye veloz y en esta casa ya no hay horarios, los relojes son tabú y las cruces me hacen los mandados: a los guampiros ni el ajo los cimbra y prefieren comer morcilla con arroz (son medio desdentados), aman el café y buscan un arco iris para diseñar una portada aunque el libro no viene de Ciudad Esmeralda (no importa, los guamps no creemos en magos, ni en dioses ni en nada).
martes, abril 06, 2004
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