El fin estuvo como estas pasitas con chocolate que bailan en el teclado: la boda verde-menta, la peli de Almodóvar rojo-canela y la comida china marrón-soya; pero hoy es lunes, y no hay color. Realizaré un trabajo relámpago que quiero entregar el miércoles. Ya veremos, porque con el tal Roderico no veo claro. Hace rato cocinó un salmón divino pero se rehusa a lavar los platos, quesque se le resquebrajan los huesos. No tendió las camas, no puso la lavadora; pero eso sí, ya se leyó todo El Gaspar de la Noche --del cual hay una muestra en la actualización de osiazul--.
Mi mayordomo dice que yo tengo la culpa de este desmadre hogareño, que el caos que me cargo por dentro se proyecta p'afuera. (...che Roderico, en lugar de sermonearme debería ayudarme a ordenar aquí ).
Trabajemos, pues...
lunes, octubre 04, 2004
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