Contrariamente a lo que dictan los raitings de un taller de poesía, parece que sí tendremos sábados de taller; dar ese taller es una necedad (si diera uno de Mil y un formas de hacer galletas navideñas tendríamos casa llena). La poesía es inútil, y en este mundo utilitario siempre andará por ahí como rémora (aunque éstas sí son útiles). El inútil privilegio de tener otra ventana por dónde asomarse (pero privilegio al fin, único e irrepetible). Sí, esa poesía tan inútil mas vital (algunos lo saben).
Esta colina ya está más ordenada, con menos polvo y oliendo a limpio (gracias a un poderoso conjuro, muy bien rimado, que me dio Rax); queda imprimir ilustraciones del istmo, tallar las hornillas y ejecutar esos golems de una buena vez.
Pero están los golems de otros, deliciosamente terminados:
El sitio, las ilustraciones y hasta el nombre de my pet skeleton son inolvidables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario