El cambio de actividad ha transformado todo. Espero que abran la tienda del Italiano para ir a comprar café (el mejor café de la delegación, y lo tengo aquí arriba, en La Colina). Andar estas calles me ha sorprendido, he encontrado pequeños territorios que podrían perderse en la memoria (en esta memoria fantasiosa). Insisto, de lo pobremente cotidiano asoman los rostros inauditos. Dejo UN geco, muy verde; el que saluda aquí es parduzco desleído con pequeñas motas verde seco (y ojos negros como pozo y redondos como canicas):
miércoles, octubre 15, 2003
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