Será el haaaaam-bre, (con muchas a porque el hambre es infinita) o las horas frente al monitor (el trabajo es una bendición, ja), o será el sereno pero he decidido convertirme en un patético roedor (muy, pero muy vegetariano). Como y todo cruje en mi paladar. Y llegaré a ser un patético roedor muy verde, porque los hierbajos y las verduritas y el antojo frustrado también es verde (verdes son los celos, pero eso lo decía Yago, no el roedor patético y verde).
Ham-bre. He decidido seguir una estúpida dieta (todas merecen ese epíteto) y no precisamente por vanidad (a mi edad eso vale ma-dres ¿será?); quiero buscar mi esqueleto que se ha perdido, el muy crujiente, y ahora ruedo por las avenidas.
Mas bien temo a la diabetes y al dolor de espalda y... NO, lo que quiero es ser un roedor verde y patético para tener amiguitos frescos y atiborrados de vitaminas .
pd: quiero un chocolate .
miércoles, marzo 10, 2004
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