lunes, septiembre 22, 2008

5 años, 5 meses: hora de partir

Está decidido, Roderico y yo nos vamos del aljibe, es hora de partir. Creo que me quedé más de lo debido por simple necedad, o por hambre de inmovilidad. Pero después de 5 años no hay modo de seguir con esta historia: el aljibe está tapiado desde hace muchos meses.

Aún creo que uno vive en bloguilandia porque quiere ser leído, porque quiere leer a otros, y gracias a este afán de palabra escrita uno crea vínculos. No escribía porque no quería ser leída, aunque leía en silencio los blogs de la gente que tengo en mis links.

Roderico y yo nos ahogamos, y nos dimos cuenta, nos dedicamos a flotar en silencio verdeando con las panzas hinchadas... es hora de partir.

5 años. El aljibe fue el eco de muchos días. Está lleno de fantasmas, de voces y rostros perdidos, de comentarios e imagines extraviadas en el laberinto virtual. Lo dicho, hace meses que está tapiado, no hay modo de escapar por lo alto. Roderico y yo nos vamos: escarbamos como topos, como perros, como gusanos ciegos. Es hora de partir en busca de las criptas de nuestros cuentos.

No más aljibeños. Ahora nos perdemos en los túneles de las criptas .

miércoles, septiembre 17, 2008

Decisiones dolorosas en Bananalandia

1. Según las estadísticas el 61% de la población total mexicana (sí, TO-TAL, saben leer ¿no?) representa el sector socioeconómico de bajos ingresos.
2. La cartera de crédito vencida de la banca comercial es de 51 mil 363 millones de patéticos pesos mexicanos (sí, patéticos, saben leer ¿no?).
3. El sabio consejo de un banquerito mexicano es el siguiente: sí hay algunas decisiones dolorosas que tomar: si tiene dos coches, vender uno; si iba a los restaurantes cada semana, ahora ya no... (sí, decisiones dolorosas, saben leer ¿no?).
4. Usted, habitante de bananalandia, no puede pedir un crédito debido a la cartera vencida. Usted, habitante tercermundista, no puede pedir un crédito porque el 39% o menos de la población total tiene dos coches en su garage, o más; y va a comer a los restaurantes cada semana, o cada tercer día y así. (Sí, tercermundista, saben leer ¿no?).
5. ¿Decisiones dolorosas? A chingar a su madre: decisiones dolorosas son cortarse un güevo o una chichi con la esperanza de que el dolor le active las neuronas y deje de decir pendejadas en los medios, o deje de creer que si tiene dos coches es más persona...
6. Ande, córtese algo, ya verá que el dolor le recuerda que usted es un mortalito más sobre la tierra y acaso eleve plegarias a san Plátano para que ilumine su destino. Y no, usted no sabe leer.