miércoles, abril 02, 2008

Migraña



Cada vez que me siento a escribir, o que decido hacerlo, me invade el sueño; las más de las veces me largo a dormir o a hacer "algo" para espantar la somnoliencia. Pero si se me ocurre agarrar el teclado como reloj despertador termino con migraña. Misterio insondeable. No son los lentes, ni el insomnio consetudinario; tal vez es la dieta, o mi pinche espíritu que se muere de inanición.

Sé como quitarme la migraña: un par de cafiaspirinas a tiempo y listo. Si no es suficiente tengo mi pastillita mágica, y ya está. Pero no sé cómo quitarme lo otro, ese malestar primero que termina materializándose aquí en el seso.

Bah. Estoy empezando a creer que escribir me provoca pura pinche infelicidad. Tal vez es tiempo de encontrar el camino amarillo y buscar al mago de Oz...