miércoles, marzo 31, 2004

Van dos noches que debo agarrar mi almohada para ir al cuarto rosa (que no es el mío) y dormir. El partner anda griposo. Imposible dormir junto a alguien que carraspéa y se suena cada 2 minutos. (Imposible si traigo ya indicios de insomnio).
Y justo ayer recordé mi cama de infancia, que era individual y daba a la ventana (igual que la del cuarto rosa). Recordé que sólo podía dormir si construía una especie de cueva, esto es: atoraba la colcha en el pedestal de la cabecera y entreabría una de las cortinas laterales (que las cuevas son insoportables con aire caliente).
Esta manía no era producto de mi miedo a la oscuridad (a esa no le tuve miedo) sino el temor a la inmensidad. No me bastaba el techo para dejar de sentir esa zozobra de la intemperie, construía una casa dentro de otra casa. El juego de las cajitas chinas aplicado al instinto más básico: el animalito que busca guarida.
Y sí, dependo de las cuevas (que tienen rostros diversos); y sí, todavía le tengo miedo a la inmensidad: no a la del espacio sino a todo aquello que se esconde en su concepto. Y es este miedo, digerido, el origen de la fascinación.

lunes, marzo 29, 2004

Y existe un limbo sin-nombre en donde todo lo pospuesto flota. En él no corre el tiempo, no hay luz ni sombra, y el concepto de color es inexistente.
Y desde ahí, desde el limbro sin nombre, lo pospuesto nos envía señales a través de nuestros sueños: a veces los llamados de auxilio son evidentes, otras se confunden con nuestro absurdo onírico.
Esta semana mandaré de vacaciones varios asuntos (dicen que en los pospuestos siempre hay vacantes). Se vienen horas de trabajo-monitor.
Y ya sé que desde aquel lugar los pospuestos mermaran el sentido de los días.
A seguir lo iniciado.

sábado, marzo 27, 2004


Lenore, cómic que conocí gracias a rax. La pequeña Lenore es inolvidable y una candidata ideal para ordeñar arañas.


1. Procedimiento:
a. Tome al arácnido ya sea viuda negra o una parda.
b. Atarántelo con vapor de hielo seco
c. Sujételo con las pinzas, pero no lo maltrate, mire que encontrarlos bajo las piedras no es cosa fácil.
d. Déle un toque en el morrito.
e. ¡Presto!, recolecte la mínima gota de veneno con un gotero-tubo-capilar.
f. Repita los primeros 5 puntos (500 individuos para llenar una pequeña ampolleta).

El veneno lo compran los laboratorios para manufacturar antivenenos y/o realizar trabajos de investigación. Algunas biotoxinas se pueden reproducir artificialmente, mas siempre son necesarias las originales.
No, yo nunca tendría un trabajo así. Hay una gran diferencia entre una granja de tenebrios y una de arañas capulinas; y otra aún mayor con una granja de arañas pardas (que provocan una horrible necrósis).
Qué se le hace, mi cuñado está enamorado de los arácnidos; y alguien tiene que ordeñarlos, manque no haga queso.

2. Lo anterior es una curiosidad. Pero si a curiosidades vamos, sandrágoras ha vuelto. Albricias. En su mandrágora aguardan anécdotas extrañas casi siempre ilustradas por fotos otro tanto extrañas .

viernes, marzo 26, 2004

Terminé trabajando en la noche, y aunque sólo fue un ratito bastó para despertarme más tarde de lo que debería. Y es que cuando uno acumula estrés lo mejor es dejarse estar frente a los amigos, comiendo lechuga o leyendo la página de sociales de periódicos foráneos.
Me han traído una granja de tenebrios. Otros tienen granja de hormigas. Yo tengo mi nueva granja de tenebrios: a primera vista parece un montón de aserrín, salvado y avena sin más oficio que llenar un recipiente. Entonces algo tiembla. Todo tiembla. Bajo esa superficie hay una tropa entera de tenebrios reptando por doquier.



Son más veloces que aquellos que compré en la tienda de animalitos. Puf, no puedo atraparlos con la cucharita. Mi cuñado dice que se atrapan con la mano, puaj, puaj. Claro, como él se dedica a ordeñar arañas (textual), el agarrar tenebrios no tiene mayor ciencia.
¿Para qué sirve la granja de tenebrios? Pues para lo que sirven las granjas, para proveernos de suculentos manjares. Bueno, no a mí ni a los hijos, sino a la boca voraz del geco que sonríe (textual) al engullir esos gusanillos.

miércoles, marzo 24, 2004

Hay un gran vendaval tras la ventana y su anuncio de tormenta que se resiste allá arriba, en el cielo. Tal vez se vaya la luz, tal vez no. Si se fuese, en este momento, este post dejaría de existir.
¿Existen los post fantasmas? Si es así han de deambular por ahí como esos trapos viejos que dejamos en el tendedero: adormilados, descoloridos y hartos de tanto sol.

martes, marzo 23, 2004

La palabra exacta para describir este estar es agüitada pues no tiene los bríos del indignada ni es excesivamente azul como el decepcionada. Y así, agüitada, sé que me he llamado a engaño (uno de mis vicios), llamado que consiste en sepultar lo que veo o disfrazarlo con explicaciones lógicas. En lenguaje popular me hago pendeja, que ya sé que este mundo es un gran mostrador llenito de ofertas donde todos entran a la rebatiña, y todo se vale: sacar ojos, desdecirse, adular, pisotear el estandarte.
Y unos dirán que así es, que hay que ser prácticos y entrarle al quite, que no es para tanto. No. Antes que llevar agua a mi molino arremeto contra los molinos aunque ya me sepa el final de la historia: madrazo y a tragar polvo. Y no lo hago por buena, honesta ni luminosa (el único luminoso es san Plátano, que dios tenga en su gloria). Lo hago porque se me da la gana, manque luego ande agüitada.

PD: A participar en el rally-virtual de fatal espejo, que ha cumplido un año de vida...

domingo, marzo 21, 2004

1. Basta un fin de semana social para olvidar los descalabros de otros días; y ojo, lo social en esta colina no es sinónimo de ver gente por compromiso sino estar con aquellos que quiero estar. Creo que para llegar a ello hace falta algo de cinismo y necedad (y que los años pasen). Hubo tiempos de tener que ver a tal o cual, de convivir con este o aquel, de tolerar porque era conveniente. Y claro, este hacer tiene sus beneficios. ¡Al rábano con los beneficios! prefiero este poder rememorar las palabras, los rostros, los líos, y los no-líos de la gente gratísima que anda por aquí.
2. Termina el equinoccio de primavera. Existe la creencia de que los equinoccios atraen tormentas. Y como en toda creencia, algo hay de cierto: por aquí hubo lluvia (real y alegórica). Y sustituyendo aquellos desfiles de primavera del kinder --que se adornaba el triciclo con flores de papel crepé para ser conducidos por disfraces de abejas o margaritas cursísimas-- va un Jacek Yerka:



3. Y gracias a Edgar que nos presentó a Jacek Yerka (la página tarda en cargarse. Vale la pena. Aloja mundo maravillosos).

viernes, marzo 19, 2004


...grrr, llevo tres horas despierta y ya tengo el hígado encebollado; entre mi tío el homeless que insiste en llegar sin previo aviso y la estúpida compañía de larga distancia que insiste en que ya estoy dada de baja. Pero los muy inútiles me mandan recibo cada mes mismo que debo de pagar pues es la hora que no me quitan de la lista de clientes morosos (por 78 pesos mensuales). Una pequeña venganza por cambiar de compañía: no estoy pero estoy. O un: a huevo te quedas con nosotros:
--pues que no entiende que ya está dada de baja, ya no pertenece a AVANTEL.
--caray, entonces a quién chingados le he pagado mis 78 pesitos durante 6 meses.

--señorita, pida a su compañía que la retiren de la lista de clientes morosos.
--¿a cuál compañía? no ve que los de AVANTEL dicen que no estoy en su lista.
Efectivamente, una de mis líneas no tiene larga distancia, es huérfana, no es de nadie (aunque sí hay alguien que cobra). Y nada, el primer procedimiento del cambio está hecho, y habrá que esperar que lo acepten:
--y si no funciona ¿qué hago?
--pues tendrá que ir a la PROFECO
--what?????
Y entonces imagino qué sabroso ha de ser tener una lista de clientes morosos sin servicio y sin registro cobrándoles 78 pesos cada mes (multiplico por 10 clientes, 100 clientes, 1000 clientes). Qué bonita alcancia. Pero no, sólo estoy ofuscada y esos de AVANTEL no pueden ser tan guarros y tranzas. Pensemos mejor que su sistema y/o base de datos es una porquería y su servicio a clientes adiestra pelafustanes.
Tanto lío por una cuenta (la mía) que nunca pasa de un consumo de 300 pesos (un par de saludos a Querétaro y una eventual llamada a Francia). Y luego por qué termina uno amando a TELMEX...

pd: para diluir la bilis provocada por las compañías telefónicas made in México, Mergruen Inc recomienda una probadita del humor de Luisfey, allá donde tiene su cuaderno.

miércoles, marzo 17, 2004


¡al agua, sabandija!


Cuentan que san Patricio, allá en Irlanda, acabó con una reptante plaga de serpientes. Unas versiones cuentan que las mando al mar para que se ahogaran, otras que simplemente les ordenó despeñarse. No importa el método de exterminio, lo único cierto es que todo esto de las serpientes es alegoría del fin del paganismo de un pueblo, así como el trébol de 3 hojas es la alegoría de la Trinidad.
Hoy, día de san Patricio, se conmemora su muerte que sólo es pretexto para celebrar y revindicar LO irlandés. En su fiesta, el santo va acompañado por otros símbolos paganos: duendes, tréboles de cuatro hojas, arco iris, verdor. Pero lo que asombra es que sea estandarte de una identidad firme a fuerza de yugos, guerras, catástrofes y un espíritu tenaz. Paradójicamente, este santo no fue irlandés .
Hasta aquí el verde. Y enfin, ahora que encuentre a mi mecenas, y de regreso de San Petersburgo, iré a Irlanda; mientras, buscaré un trébol de cuatro hojas en las banquetas y dejamos flotar a Seamus Heaney, poeta irlandés:

Estirpe
I


Emparentado por el jeroglífico
de turba en un abierto campo
con la víctima estrangulada
nido de amor en el helecho,

penetro en los orígenes
como el perro da vueltas
a sus recuerdos ancestrales
sobre la estera en la cocina:

se agita el suelo del pantano,
pía y cecea el agua
mientras piso al andar
juncos y brezo.

Amo esta faz de hierba,
sus negras incisiones,
los secretos recónditos
de procesos y ritos;

amo la primavera
que brota de la tierra,
de cada terraplén pende una horca,
cada charca

la desatada lengua
de una urna, bebedora de luna,
no para ser sondada
por el ojo desnudo.

martes, marzo 16, 2004

Ah, qué los actos punitivos en las escuelas. Hoy el hijo se quedó en casa, lo suspendieron por esconder una lonchera (jeje); la suspensión me vino como anillo al dedo porque así justifiqué mi ausencia en la junta de madres-organizadoras-de-su-día en donde se discutiría sobre qué disfraces usarán el 10 de mayo (huevi-huevi). Lo curioso es que también suspendieron al amigo-vecino de mi hijo (a ese por dibujar una caricatura de una compañera, jeje). Y aquí andan los dos, en su día de asueto.
Y claro, deberían estar castigados por haber sido castigados, pero honestamente, no entiendo la gravedad (y odio los métodos correccionales de la escuela, que los pongan a trabajar el doble pa que les duela, no les den vacaciones). Enfin...
En otros lares, fatal espejo cambió su look y reorganizó su foro; Fatal espejo, comandado por el monstruo de dos cabezas, es una buena opción para comentar, promocionar, descubrir y agendar eventos. De paso, se puede leer al artista del mes: María Baranda. Ojalá otros lectores naufraguen con su libro Dylan y las ballenas.
Au boulon!

lunes, marzo 15, 2004

Pues alguien, en la comida de ayer, traía los cables pelados. El ambiente estaba eléctrico, y saltaban chispas por doquier. Si hubiese puesto a funcionar mi densómetro --cuyo rango va del menos diez al diez-- habría marcado 9. Y nada, con tanto corto circuito el ambiente se fundió y no hay cosa más desagradable que un desplante escénico en plena comida. Bien a bien no sé qué ocurrió porque o ponía atención a la res en la cacerola o a las tormentas personales de mis amiguitos, que eso de un ojo al gato y otro al garabato es vil teoría. Y enfin, ya le hablaré a mi amigo-hermano pa saber qué diantres traía, recordarle a su madrecita y ver si la cinta de aislar lo nivela. Total, todos podemos ser diva por un día aunque sea uno quien se queda con la estática. Habrá que buscar unos fusibles porque aquí la lista de archivos no espera .

sábado, marzo 13, 2004

Sólo en noches como esta la nada hace lo suyo. Las cuartillas, los hijos, los enseres, las cuentas, los amigos, los no-amigos, la impresora rota, la expectativa, la duda... todo es nada. En noches como estas somos el espectro de la imposibilidad. Y encontramos los fragmentos.


Beksinski


Fragmento quinto encontrado en la torre (al que se dice nunca nombrado):
...existe un damero en el cuarto-de-paredes-blancas donde los peones se entristecen. Ellos saben que nunca serán los duendes de tus historias. Se resignan, niños de madera, y dibujan animales ciegos para que jamás se pierdan en el pozo de tu mirada.
Y resignados, pequeños peones, graban la reminiscencia de tu nombre sobre tres piedras para que tu ausencia sólo sea imaginaria...

jueves, marzo 11, 2004

1. En menos de 10 minutos vi a un tipo golpear a otro frente a su hijo (¡¡!!), a otro arrojar un proyectil no identificado a la ventana del micro (oh, su rostro de furia no se va de la memoria, traía prisa el señor) y sobreviví a una especie de duelo microbusero: imaginen dos camiones peleando sobre una avenida de dos carriles, como si no existieran peatones, ni otros coches ni usuarios dentro de sus unidades. Los choferes poseídos aventándose camiones como si de cubetadas de agua se tratase. (Par de imbéciles).
La violencia tiene una extraña energía, da dolor de cabeza y provoca un curioso cosquilleo. Y es contagiosa: se me antojaba repartir puñetazos a los protagonistas de esos escenarios: REACCIONEN, PUM, PAS, OUCH (onomatopeya de naricita rota).
Y no, nada de puñetazos, que me faltan biceps para ello.
Y creo en la palabra humanizar.
Así de ilusa soy.

2.
Ver el rostro de la violencia no significa comprender su absurdo. Hoy camina la tristeza infinita por un país que me ha dado letras, imágenes y gente entrañable.

3. Para el oso que vive en la cueva: los arcanos del tarot Wirth.

miércoles, marzo 10, 2004

Será el haaaaam-bre, (con muchas a porque el hambre es infinita) o las horas frente al monitor (el trabajo es una bendición, ja), o será el sereno pero he decidido convertirme en un patético roedor (muy, pero muy vegetariano). Como y todo cruje en mi paladar. Y llegaré a ser un patético roedor muy verde, porque los hierbajos y las verduritas y el antojo frustrado también es verde (verdes son los celos, pero eso lo decía Yago, no el roedor patético y verde).
Ham-bre. He decidido seguir una estúpida dieta (todas merecen ese epíteto) y no precisamente por vanidad (a mi edad eso vale ma-dres ¿será?); quiero buscar mi esqueleto que se ha perdido, el muy crujiente, y ahora ruedo por las avenidas.
Mas bien temo a la diabetes y al dolor de espalda y... NO, lo que quiero es ser un roedor verde y patético para tener amiguitos frescos y atiborrados de vitaminas .

pd: quiero un chocolate .

martes, marzo 09, 2004


La rueda de la fortuna, a girar...


Decía Anacreonte que la vida humana rueda inestable como los radios de una rueda de carro. A veces se antojaría quedar suspendido en un momento o en un lugar aunque sabemos que, a la larga, seríamos presas del tedio. Desde el plano cotidiano hasta los mundos inasibles de la espiritualidad todo está en constante movimiento: en la parsimonia del goteo, en la maduración de un fruto y más evidentemente en la tempestad y el incendio.
El Arcano X recuerda este movimiento constante que nos rodea y su inevitabilidad; carta de infortunios o de triunfos y en su ambivalencia posibilidad de aprendizaje y revaloración.
En una de sus representaciones medievales, sin esfinges ni monstruos de mitología, observamos al futuro rey, al rey en forma y al rey que ha perdido su trono; al joven, al hombre y al anciano; a nuestro andar simplificado.
Dice el refrán que todo lo que sube tiene que bajar; y viceversa. El misterio del movimiento radica en reconocer cuándo somos artífices del vértice y cuándo nos resta sólo esperar. Y como en toda incertidumbre, este Arcano resulta inquietante.

lunes, marzo 08, 2004


Agata Rogalska


Desde la ingrata Balada del Narayama no había empañado mis lentes en el cine, apenas había logrado dibujar un hilillo húmedo em mi mejilla o abrillantar mis ojos de pasa con alguna película. Y ayer tuve que morderme los labios, respirar como docto en yoga y pensar que el rímel corrido es antiestético. Todo fue inútil. El Gran Pez debe conocer Narayama, aunque en Narayama los ríos son de hielo debe conocer esa montaña blanca.
No soy experta en cine ni siquiera memorizo los nombres de los directores pero intentando ser objetiva puedo decir que Big Fish es impecable. Y subjetivamente digo me ha tomado por sorpresa: así como algunos libros tuvieron extrañas repercusiones (por momentos de vida, imagino) esta película (mas bien su poética) me ha tocado: tal vez por la cercanía de los puntos de vista, tal vez por ser espejo de certezas y ausencias, o por el deseo compartido.
Y enfin, que he de repararme esta semana, pues he quedado más torcida que ayer, y que antier, y que antes que antier.

p.d.: llegará el día en que no será necesario un Día Internacional de la Mujer, ese día la celebración será doble. Sea...

viernes, marzo 05, 2004

Hoy es el cumple del partner y no podré hacer un pastel. La agenda no dejó tiempo. Tengo aquí unos paquetes para enviar por correo, y el cronómetro listo para un viernes agitado. Pero le canjearé el pastel por un fin de semana social aunque el partner No es nadita festivo.
Y como nadie me pago tampoco tengo regalo alguno. El partner no se fija en esos detalles, que lo que no ayuda estorba. Pero yo sí, por eso tengo un nudo en el estómago y como que ya me estoy hartando de este acelere. Qué marzo, siempre amarillo y telúrico. Por el partner, salud:

Auto de fe

Nadie ha de acunar sus sueños
en la hoguera,
que la iridiscencia es asfixia
y las entrañas de los ahogados por fuego
crepitan.

En los días descubro tu reflejo.
Corazón rusiente,
sobre la palma de mi mano
oculto tu nombre flagrante,
que existen los otros y el incendio
es la brevedad del sinsentido.

Cuentan los sabios que del cielo
caen lenguas de fuego sobre el iluminado.
Mas para abrasar tus palabras
basta el aire-fuego que escaliba las paredes
y funde tu imagen con el vidrio.

jueves, marzo 04, 2004

...y colorín colorado este golem se ha acabado. Entradita la madrugada he corregido la última palabra: quedó vidrio. Y se acabó, no más elucubraciones sobre ese golem, a otra cosa, mariposa.
Me ha quedado esa sensación de que no basta develar los universos, ni intuir las escencias, ni suspender en espacios imaginarios las sensaciones. Tener ojos observadores no basta porque al tratar de traducir todo esto en palabras, ellas no son suficientes. Y no es culpa de la frontera del morfema, sino de la voz (la mía) que las utiliza. Desearía que mi voz alcanzara grandes vuelos y fuera albatroz; mas esta voz (la que me tocó, la muy ingrata) no tiene alas, sino dos patas y corre y corre y no dice casi nada. Comprobado: terminar un golem es comprar un vacío.
Y enfin, que debería dedicarme a hacer galletitas, que en las galletitas uno encuentra consuelo, y en las palabras desaladas sólo desaliento. (Sí, la poética de las galletitas es ley).
Casi alcanzo mi agenda, tengo listos los envíos de las galeras y quedan otras cuartillas para leer (algo de divertimento). Pero hay que hacer una pausa. Me voy a desayunar con la cofradía.

martes, marzo 02, 2004

...puede ser, puede ser, la palabra escrita es incierta (y más si pende en un blog), y para evitar confusiones: Rodrigo-poeta, claro que la presentación de Luisfe fue gozosa, y será porque en la mesa estaban dos amigos luminosos (luz-luz, que no foquitos, ni llamarada de petate), dos personas reales. Y por eso fui, a pesar del cansancio, de ser domingo, de que mi jija comitiva me abandonó y de mi estado amargosito, igualito al de un limón exprimido (chupado, mejor) puesto al sol. Y sólo por amor. Y ya diré algo del librito presentado (llevo 3 cuentos, y promete).
Mi estado no cambia, sigue amargosito como escupitajo de regaliz; y no cambiará hasta que termine estas galeras y desazolve esa listita escrita en un post-it. Mientras, me retroalimentaré con el disco de Evanescence que me prestaron...

lunes, marzo 01, 2004

Total, ayer me abandonó mi familar-comitiva (móndrigos rajones); y ahí anduve subiendo escaleras, bajando escaleras, apartando gente, pregunte y pregunte dónde estaba la mentada sala (hasta que un mensajito me sirvió de faro). No me retracto, odio las ferias y sus gentíos, y esas caretas de ratón-de-biblioteca que, a gritos (literal), desean exhibir algunos.
Hay que admitirlo, en ciertos círculos se respira un airecillo de pedantería: está el que cita a un escritor por minuto, y el que cita párrafos enteros; está el que maneja los términos literarios aunque la conversación verse sobre guacamole; el que se presenta con infinitos títulos nobiliarios o el que sostiene el cigarrillo con aire trágico. Y todo esto arma un ambiente curioso y oteable.
La necesidad de demostración se vuelca al exterior: quiero demostrarle a él, a ella, a tod@s lo que soy (si acaso se es algo más que un ente con dos ojos, una nariz y una boca para medio hablar). Y no. Esta demostración es más íntima (me voy a demostrar que...). Pero adiestrar a nuestro yo exhibicionista es ardua tarea: unos lo intentan, pocos lo logran y los más ni siquiera conocen la diferencia.
Lo terrible de esta necesidad es que desencadena actos (y no sólo frente a bambalinas); y algunos actos arrollan afectos, empatías, creencias y la confianza que depositada en algunos personajes.
La decepción posee toda la gama de grises; y aunque ésta se aleje ya volverá porque para muchos el espectáculo debe continuar.
Otros diremos de tales demostraciones:es un afán caduco y, bien mirado, es cadáver, es polvo, es sombra, es nada.