Y supongamos que usted llega con el sermón de la montaña, con las reliquias de sus beatos y su hocico lleno de fe y de verdades absolutas. Y yo lo escucho atenta, con los ojos muy abiertos, como asombrada, deslumbrada, alelada ante tanta luminosidad.
Y supongamos que tras mi máscara de ingenuidad se esconde una hija de la chingada que se burla de sus estupideces, de su ignorancia olorosa a incienso, de sus santos óleos acedos, de su espiritualidad insípida.
Sí, así como lo oye. Porque su espiritualidad es a la mía lo que sus barras dietéticas son al mole verde que hacía mi abuela: la mía mata y me lleva al altísimo, la suya lo conserva muerto antes de cualquier putrefacción.
Ande, tómese un Cosmo, brindemos. Y déjese de tanta herejía, que aquí en la Colina las leyes son otras; y si lo escucha monseñor puede usted terminar bolillado* en la esquina...
*Bolillado: efecto de bolillar. Ser muerto a bolillazos. Costumbre del S.XXI practicada en los feudos de la Colina.
9 comentarios:
Jajajajajajajajaja... Se me hace que te voy a mandar unos pocos de testigos pa' que te "dotrinen". :p
ojala te escuchen por alla los altos y mueran abolillados, tanto bolillo en mexico que por primera vez no se desperdiciaria de nos ser comido..
"¿Qué es lo que queréis de mí?
¿Es mi alma o mi dinero?
Si de uno carezco
y la otra es una anomalía
en esta vida..."
Nacho Vegas
El hombre que casi conoció a Michi Panero
TANDEM TANDEM TANDEM
ATENTAMENTE
MIN
PD. TANDEM
onde anda?
Saludos desde Aguascalientes, en medio de dos tres tempestades invisibles. :)
ya está su podcast de El sueño de las larvas, bajelo. quedo re bonito... (bueno, eso digo yo)
saludos
saludos... ya vine jijos :p
¡Qué buen posto! ¡Qué buen blog!
Ya me tendrá por acá vistándole con frecuencia...
Cuídese...
y... ¡Brindemos con las copas bien alto!
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