mal de ojo
Debido a ciertos menesteres tuve que releer este blog, de la A a la Z. Resulta un gran misterio cómo tres años terrestres pueden resumirse en tres años virtuales. O más bien, cómo manipulamos su resumen. Uno recuerda, en lo nunca escrito, ciertos eventos. Uno reconoce actitudes, vicios y presencias. Uno encuentra entrañable conocer gente, sin conocerla, por más de tres años; algún antropólogo tendrá que escribir un tratado sobre las relaciones humanas en bloguilandia.
Y, en mi accidentada búsqueda, descubrí que después de las elecciones circenses de este país el aljibe se colapso. El lector dirá que fue la decidia, la falta de tiempo o de imaginación. Mas el lector no debe llamarse a engaño. No. Fue simple y ancestral mal de ojo. Ahora sé que no debí burlarme del sistema, de los candidatos, de los partidos y de todos los esbirros que apoyan a uno o a otro. Y he aquí mi justo castigo: ¡Pinche aljibe, toma tu mal de ojo!
Ahora que sé de donde proviene tanto silencio he mandado a Roderico a comprar cilantro y epazote para hacer una limpia. Y no sólo eso. Aquí habrá democracia y justicia ¡sí que sí!
Hace varias lunas inicié mi contribución a la campaña de promoción a la lectura. Grandes personalidades asistieron, gustosas, a ofrecer sus efigies para mi propuesta. Mea culpa. Me olvidé de una porque entonces (mayo 2005) no figuraba --entonces hubiésemos dicho y, bien mirado, es cadáver, es polvo, es sombra, es nada.. Pero, ahora, procederé a enmendar mi falta. ¡Honor a quien honor merece! Mientras mi grupo creativo se pone las pilas, dejo flotar nuevamente aquellos inspiradores afiches:
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