De erratas a ERRATAS
Cuando escribo en este aljibe, lo hago de un tirón: tecleo y publico. Luego descubro erratitas que consisten en simpáticos dedazos o en letras ausentes --que son las más, pues mi teclado está en plena decadencia (si acaso esto existe). Gracias a otros ojos puedo descubrir y corregir las erratas: concordancias, faltas de ortografía y de sentido y demás repertorio de puntuación. Buscarlas entrena el ojo, y corregirlas el disco duro (léase seso). Quien se ofende porque alguien más le señala un error está perdido. Uno no es el dios de la palabra escrita, aunque sí hay por ahí semidioses y sacerdotes. Yo soy un monaguillo.
Para que este aljibe burbujeara prístino tendría que leer mi post unas tres veces, como hago con otros escritos. Aun así, dudo que la errata mezquina dejaría de encontrar su oscuro nicho: siempre habrá alguna erratita o errata.
Pero hay ERRATAS intolerables, como la que me tiene encabronada en estos momentos. Al fin había logrado ir por un cheque el cual aseguraba el monedero del fin de semana: revisé el monto, el nombre y la presencia de una firma; pero no chequé la cifra escrita con letras. El cajero del banco tuvo mejor ojo: "las cifras no concuerdan, tiene que pedir otro cheque". Grave. Imaginé que de este cheque podía depender un asunto legal, el cierre de algún negocio millonario o los viáticos para un gran viaje. Grave. Pero no, como sólo se trataba de mi monedero alguien no tuvo cuidado al teclear ¿o lo tuvo?
Mientras me preocupo por el estado financiero de mi fin de semana, leeré tres veces este post. Toca al aljibeño lector encontrar alguna errata o erratita, que no ERRATA, en este texto.
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