3 de 3 (4 años en bloguilandia)
Blogs van, blogs vienen. Asoman los escritores que quieren exhibir sus dones, los crónistas de lo cotidiano, los exiliados que quieren conservar sus nostalgias, los personajes imaginarios, los pasquines, los críticos, los mesías y hasta el noticiero de la tarde y la nota roja. Después de cuatro años en bloguilandia, de temporadas obsesivas y de ciclos de abandono, me quedo con el aljibe. A estas alturas cualquier pronóstico es un ocio. El aljibe y sus aljibeños son parte de mi vida virtual.
¿Que qué he ganado? Nada y mucho. Gracias al blog descubrí ese lenguaje que se antojaba imposible, el HTML. La prímera vez que vi un código fuente me dio susto. Hoy conozco su abecedario. He leído los asombros de unos, las ocurrencias de otros, y dos que tres estupideces. Leo a los de casa desde hace casi 4 años: algunos son rostros conocidos y otros imaginados. Hemos compartido la creencia en San Plátano, dimos vida y nombre a mi fiel mayordomo, Roderico. Y anduve por ahí realizando experimentos en mis laboratorios virtuales: Umbrías y Criptas.
¿Que qué he perdido? Nada y mucho. He perdido el tiempo, pero a eso me dedico. Perdimos los comentarios: el aljibe ahora es tuerto y manco y tullido. Pero... abajo todos flotan.
pd: se aceptan regalitos, ja.