martes, febrero 21, 2006

Para clasificar las estrellas, en su calidad de representación gráfica, la astrología no me sirve. Por lo cual he decidido crear la estrellalogía (véase tratado sobre las estrellas). Para realizar una clasificación cuerda (ajá) lo primero es contar el número de picos de la estrella en cuestión. Si no tiene picos no es estrella. Puedo afirmar que se necesitan mínimo 3 picos para que el nombre "estrella" aplique. Pero, ¿cuál es el límite? Imagino que unos 25, más picos convertirían a la figura estudiada en una flor (como la dalia o el crisantemo, repletas de pétalos).
Contar con los dedos, con una calculadora o con papel y lápiz en la mano, pero contar para evitar cualquier confusión y tal vez aventurarse a nombrar cada estrella, con nombre científico y todo eso. No hay eso en esto, así se podrían evitar confusiones como la que ocurre con dos estrellas que han acompañado a las civilizaciones desde tiempo remotos:




A más de uno he oído confundir ambas estrellas, afirmar que la segunda es cosa del demonio, y que la primera es lo mismo pero con el nombre de un rey antiguo. Y nada, cuenten los picos, vean la forma: son diferentes. La primera, la estrella de David (o sello de Salomón)posee seis picos, se puede reproducir al enlazar dos triángulos (uno invertido) los cuales, según la alquimia, representan la unión del agua y el fuego, el pasivo y el activo. Y también está la interpretación religiosa de la comunión entre espíritu y materia o la del mesías esperado (vid. bibilia). Y no, señores, no es un invento de los sionistas para hacer una bandera, como oí decir por ahí.
La segunda estrella, la de cinco picos, representa el pentagrama pitagórico, el microcosmos humano: cada una de sus puntas señala las extremidades del hombre (piernas, brazos y cabeza). Esta estrella en la tradición masónica se conoce como "la estrella flameante". Y esta misma estrella se usó en la elaboración de pentáculos, sellos mágicos que podían servir para suscitar desde terremotos y muerte hasta amor y salud. El pentagrama invertido simboliza desequilibrio y es esta representación la que se puede asociar con magia negra y es elemento vital para cualquier película de posesiones y demás (ja, aunque los de efectos especiales la ponen al derecho o como dios les da a entender).
En algunos casos la estrella de cinco picos se esconde en lugares inesperados y provoca otras alegorías y otros simbolismos, asunto que traeré a colación la próxima vez.

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