Los días retozan felices con los "trabajos rabiosos" que el dios menor del dinero tiene a bien proveer. Aunque siempre es posible tomarse un par de días y declararse en huelga para así asegurar próximos días de gran adrenalina.
Y mejor andar extraviado entre archivos que son el Leteo perfecto para olvidarse de las noticias nefastas, los jugueteos poíticos, los idealismos diluídos y demás basuritas que me irritan los ojos.
En mis ratos de ocio he iniciado un nuevo tratado para ofrecer al mundo un "ateísmo ético", ideología novedosa que permitirá al seguidor en cuestión un aletargamiento moral vía la anastesia de la moral. Entonces, el seguidor, podrá hacer lo que le venga en gana, jamás se escandalizará de nada ni andará de quijotillo de paja decepcionado al no poder cambiar su entorno. Tiene sus riesgos y sus recovecos, como toda ideología; pero creo que me bastará con redactar una constitución precisa para salvar cualquier obstáculo (aunque no sé cómo, el seguidor, podrá respetarla pues suena contradictorio con los altos ideales de mi propuesta).
Pero hoy es domingo. Los artículos constitucionales pueden esperar. Si todo va bien huiré con los hijos a ver El cadáver de la novia... a ver, a ver.
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domingo, octubre 23, 2005
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