jueves, septiembre 23, 2004

Dicen por ahí que hoy es el equinoccio de otoño. Pero tras la ventana todo es verdor. Aquí lo único que amarillea y cruje es el sinsentido.

El otoño recorre las islas
José Carlos Becerra


A veces tu ausencia forma parte de mi mirada,
mis manos contienen la lejanía de las tuyas
y el otoño es la única postura que mi frente puede tomar para pensar en ti.

A veces te descubro en el rostro que no tuviste y en la aparición
     [que no merecías,
a veces es una calle al anochecer donde no habremos ya de volver a citarnos,
mientras el tiempo transcurre entre un movimiento de mi corazón
     [y un movimiento de la noche.

A veces tu ausencia aparece lentamente en mi sonrisa igual
     [que una mancha de aceite en el agua,
y es la hora de encender ciertas luces
y caminar por la casa
evitando el estallido de ciertos rincones.

En tus ojos hay barcas amarradas, pero yo ya no habré de soltarlas,
en tu pecho hubo tardes que al final del verano
todavía miré encenderse.

Y estás son aún mis reuniones contigo,
el deshielo que en la noche
deshace tu máscara y la pierde.

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