lunes, septiembre 20, 2004

"Y está la azulísima sensación de sentirse fuera del castillo de muros impenetrables custodiados por alminares. Estar aquí afuera (que allá es el adentro), parado, lacio contra un muro aferrados a una ranura a través de la cual espiamos las formas. Es una necedad quedarse pues el muro no ostenta portones ni puentes levadizos ni drenajes profundos --para ser entonces una rata que devoraría tus ojos con fruición--. Y la necedad se escurre a la uña del dedo meñique izquierdo, el que escarba el espejismo de un túnel que atraviesa para ya no ser el espía de la imposibilidad."

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