lunes, agosto 08, 2005


Judith Kindler


1. Imagino esas carreras que se realizan en un festivo estadio olímpico donde los competidores lucen shorts diminutos, tan esenciales para mostrar ese movimiento de hélice que realizan las piernas del corredor y que se antoja hermosamente imposible. E imagino los últimos segundos de las carreras cuando los últimos sprints deciden quién será el dueño del laurel, de la medalla o del aplauso en las tribunas.
Esta es la semana de la carrera, y de todo a las carreras. Supongo que puedo sacarme de la manga un buen sprint, más por obligación que por motivación --aunque a veces no sé si ambas son la misma--. Y no imagine ahora el lector que andaré con minishorts, no me late atentar contra la estética y meos atentar corriendo contra mi corazón que éste lleva la cuenta de todos esos cigarrillos inmolados en honor de mi vicio.
Mi carrera se asemeja a esa de los caballitos del carrusel, que van en chinga con su trotar imaginario y al galope sin que sus crines se despeinen nunca (la madera puede ser tan formal).

2. Al fin decidí dejar de ser tallerista adjunta y veremos si por ahí hay otros curiosos del Arcano Mayor para el Curso de Tarot. Si saben de alguien aquí encontrarán la información.

3. Esta semana me gusta para declararla "Semana Veraniega de San Plátano", como fiesta previa a mi cumpleaños (si no armo desmadre yo ¿entonces quién?). Y tan-tán.
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