martes, enero 06, 2004

El horror... desde el fin de semana mis dotes vampíricas han aflorado con singular alegría; me duermo a las 4, me despierto a las 9, me vuelvo a dormir y convierto los últimos días de las vacaciones en segmentos vitales. Mañana reanuda el ciclo escolar, mal augurio para la hora amarga en que suene el despertador.
Mientras, todo parece suspendido, quietísimo, como los muñequitos de la rosca; nuestra rosca fue el domingo, justo cerré el ciclo de festividades con el mismo grupo de gente que lo inicié, son de lo mejor del 2003. Curiosidades: a Alberto le tocaron dos muñequitos en el mismo breve pedazo de pan (eso sólo le podía pasar al Albert).
Curiosidades 2: parece inevitable que después de días y días iluminados sentimos un espasmo en el estómago al integrarnos a la cotidianidad.
Curiosidades 3: y ahora ¿quién quitará el tinglado navideño? El árbol ya está momificado .

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