martes, abril 06, 2004

Me he tomado muy en serio esto del nuevo horario, hasta el grado de darle matices personales. Ahora soy un guampiro obrero; trabajé toda la madrugada. El objetivo: tener ratos de ocio para creerme esto de las vacaciones.
Pero ese objetivo ha de ser un ciempiés porque huye veloz y en esta casa ya no hay horarios, los relojes son tabú y las cruces me hacen los mandados: a los guampiros ni el ajo los cimbra y prefieren comer morcilla con arroz (son medio desdentados), aman el café y buscan un arco iris para diseñar una portada aunque el libro no viene de Ciudad Esmeralda (no importa, los guamps no creemos en magos, ni en dioses ni en nada).

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