martes, mayo 25, 2004

Ni hablar, lo volátil no se le quita a uno; tal vez se apacigua, se modula, como si lograramos ponernos una consola donde se modula la presión y los fuegos pirotécnicos: botón azul=bájale, botón rojo=cuenta hasta diez, botón de pintitas=sácale los ojos.
Pero las canas de algo sirven, además de ser conejillos de indias pa los tintes. (Y sirve la percepción de otros más aterrizada o más humorística).
Bah. A ratos se me olvida el por qué no estoy en ciertos lares. Ahora recuerdo.
Tocan días --mientras estén disponibles-- de ordenar desde el refri hasta el disco duro de mi manzanilla (MAC forever); sólo tengo 300 megas disponibles (¿de qué madres llené esto?). Aprovechemos mientras el guampiro laboral anda de vacaciones... y mis golems están observando en las pilas de papel...

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