Según los cánones de las vanguardias, el expresionismo buscaba manifestar el estado del artista ya no a través de los elementos "reales" sino valiéndose de todo aquello que estuviera a la mano --en el seso-- del creador. En esta ilustración de Víctor Slama logro entender el trasfondo político, la ebullición de los años 20 que sería sólo antesala para un siglo telúrico. Pero no sé quién o qué es el espectro amarillo que acecha: ¿la clase reinante, la burguesía, la industria, el hambre, la guerra, la represión? Tal vez algún día me tope con la explicación erudita sobre esta imagen; mientras, la esencia de este cuadro (el monstruo yema) se adapta a mi noción de pesadilla, tanto onírica como real. Y justo soñé con un monstruo-yema, con su esencia: un tipo intoxicado que me perseguía por calles desiertas, violencia in crescendo, y que terminó acorralándome en un jardín cercado. Excluyendo mis sueños de acción tipo Arma Mortal I, II, III y IV, esta es la tercera vez que sueño que mato a alguien. Y dicen que la tercera es la vencida, en este sueño no maté por ira, sino por terror. La diferencia pareciera que se materializa en el pincel de Slama.
miércoles, diciembre 01, 2004
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