cuenta regresiva: 7...
Un poquito antes del amanecer terminé el último microtrabajo de estas raquíticas semanas; ahora el tiempo se irá en otros trabajos no remunerados (¡claro que existen!). Y he decido que uno de ellos flotará el próximo martes en la red: el mentado sitio.
No está completo, pero tampoco está planeado para estarlo a corto plazo, ni a mediano. El sitio es más un andamio puesto sobre una fachada: se ven secciones, detalles, pero nunca el plano entero. Creo que será una curiosidad. Pa mí lo es.
Mientras, la entropia invade la colina. En los último días he engrosado la lista de objetos echados a perder; será que este departamento ya tiene años luz, que muchas cosas fueron compradas al mismo tiempo o yo qué sé. En la lista está el Geko, lleva 4 días sin comer, no sé qué jodidos tiene. Puede ser que le toca cambio de piel, pero no sé, no sé. ¿Cuánto vive un Geko? Yo no lo compré, me lo donaron ya con añitos encima. Puf, sólo me queda pasar frente a su pecera y decirle (señalándolo con mi dedo inquisidor, a huève): no te mueras maldito.
¿Quién dijo que uno no se puede encariñar con una lagartija?
martes, julio 13, 2004
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