Giger
En las últimas noches he tenido sueños sin continuación o recurrentes. Los que más me mueven son esos donde uno se sueña adolescente. Pero esos sucesos pasados que en el presente reconocemos como encrucijadas: tengo mi colección de cerrar-de-puertas. Algunas puertas no se han vuelto a abrir pero otras, vendabal de por medio, se abren de par en par. Y entonces recuerdo qué chulas se veían cerradas, qué cosas custodiaban y no me gustaba ver. El conflicto no radica en vivir en el pasado sino cuántos falsos-pasados cargamos: rostros, deberes, emociones, interrogaciones, silencios, se quedan en animación suspendida. Y ocurre que se activan y son más presente que nuestro supuesto presente elegido.
pd1: A retomar la WEB mientras sigo (preocupantemente) desempleada.
pd2: Los mails-petición de libro anotadísimos; les respondo cuando realice el envío. Gracias.
pd3: Quiero una aspirina...
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