Esta es la semana de los desencuentros; todas las citas canceladas; y las que no, se convierten en el juego de las escondidillas. Hoy amanecimos en tinieblas; salí al tráfico despeinada, sin café para la gastritis y con la ropa arrugada. Y uno que anda neurótico (más que lo acostumbrado). Pues resultó productivo, me ganó la ira. No todas las iras son tanáticas. No. Las hay telúricas; te mueven, te despiertan: son energéticas. Soy El Soldadito de Plomo, algo cojo, pero al fin y al cabo sol-da-di-to. Voy por mi fusil...
jueves, agosto 28, 2003
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