martes, junio 10, 2003

Día de compu. Y vengo aquí para rematar. Dediqué horas a limpiar fotos; y digo textual lim-piar porque todas son fotos caseras, unas muy viejitas: llenas de pelusas, cabellos, raspaduras, dobleces y pequeñas manchas de qué sé yo; hasta encontré una huella digital. Esta limpieza me gusta, en el monitor ls fotos son pequeños animalitos, una los acaricia con el cursor, les quita los piojos, les pone ungüento en la sarna y se asoma a los ojillos de personas, las más, que ya no existen. Sólo son recuerdo.
En una de las fotos vive una mujer muy triste, ya mayor; traté de imaginar su historia; le limpié los ojos y el cuello de su vestido negro. En otra pequeños pies de niños con alpargatas rotas esperan sobre un piso de madera; por allá hay un coche de los intocables negro y limpísimo.
He limpiado muchas fotos, hasta una vez quité un carrito de golf de la entrada de un deportivo. Un reto. Y de todas las fotos caseras que he aseado, me quedo con la de una niña que murió de forma terrible. Esa foto me asustó antes de conocer la historia. Y aún habita en este disco duro...

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