El sol. La luna
En el rostro de Num, el cielo, el ojo bueno y el ojo malo observan. Ojo-bueno: el destello en la ventana, el oro de la cosecha, la sonrisa en el rostro del agua. Ojo-malo: reino de mareas, hielo de la locura, el jirón del espectro.
Los ojos guiñan entre nubes a las aves migratorias. Solos, llueven nostalgia fértil a la tierra. Y siguen nuestros pasos, leen nuestras letras y cuentan los escalones de los monumentos. Lúdicos, dibujan claroscuros en el orden de las cosas para provocar la imaginación.
Ojos dioses (mortales mas longevos). De día o de noche el rostro de Num es tuerto.
lunes, junio 09, 2003
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