Calor. Calle. Ensalada. Cuarto blanco. Algunos días ofrecen el breve lapso para salir del camino. Detener la carrera, lo importante, lo urgente; entonces podemos percibir las pequeñas cosas, el reflejo en otros ojos y las voces que aguardan escondidas.
Recuento. Qué palabras no se pronuncian, qué sabores serán recordados, quién nos guardará en la memoria. Y la incertidumbre nos acobarda, nos convierte en piedras de silencio.
Hay que poseer esos territorios donde todo se detiene, para asombrarnos, nuevamente, con el movimiento.
jueves, mayo 01, 2003
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