Ahora que veo el número del día inicia la cuenta regresiva; un mes para cumplir años; suele pasar inadvertido; pero esta vez el cambio de edad no me gusta nada. Los treintañeros, supongo, sentimos vértigo a ratos.
Y está la vocecita, aquella del dedo inquisidor, que nos pide el recuento, la tarifa cumplida, el inventario; ¿quién fija la cuota?: el deber ser de cada uno.
¿Qué cómo se reajusta el deber ser de cada uno? Apretando Reset, claro, si acaso encuentras el dichoso botoncito.
Mínimo debería existir una actualización del programa, o el reinstalable.
Enfin, que no terminé la última corrección, ergo las vacaciones quedan inauguradas a medias, ergo me voy al Word.
Pd: ¿Alguien quiere venir a cocinar hoy?
lunes, julio 21, 2003
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