A modo de agradecimiento: Entré y leí toda esta algarabía. Es un halago, y no hay que hacerse tonto: es grato. El blog es algo lúdico, de ahí que sea menester decorarlo, aunque un blog limpio también tiene su intención estética. Es un pequeño monstruo hecho de partes independientes; uno las descubre en otros blogs. Mi guía, y quien me invitó a bloguilandia fue mi amiga Rax, de su blog tomé los primeros fragmentos (un ojo, los brazos y una pierna). Era un canal virtual para leerla a ella, y a Alberto; me asomé a otros sitios, unos los he olvidado; otros ya son parada reglamentaria; y con los días llegan nuevos.
Me gusta leer y que me lean, el intercambio en tags (con pequeños enunciados se logra decir tanto) y ahora este artefacto (el feed que le aprendí a Julio) que permite verdaderos párrafos. Sí, le tengo amor enfermizo a la palabra escrita. Y neta, no creo en un blog íntimo (para eso están los cuadernos de carne y hueso que luego tiramos al basurero). Dejar palabras en la red implica el deseo, cínico o velado, de atrapar retinas.
Dentro de esta maraña de cotidianidad se da y se toma: autores, obras, puntos de vista, sucesos, anécdotas... eso es suficiente.
Basta de sensiblería.
Vayan a ver a Nemo...
viernes, julio 25, 2003
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