viernes, julio 04, 2003

Pollo 5: Tendré que elegir entre injertarme un cu-cú en el cerebelo o comprar un gallo (que no inglés, ja) y amarrarlo a la cabecera para que me despierte. Nos amanecimos varios días, por la susodicha revista, se tronó nuestro quemador, y se tronó el reloj biológico. Mi vicio de vampiro regresó. Tal vez el gallo o el señor cu-cú tengan alguna pócima para dormir “normalmente”. No lo creo. He oído cantar a los gallos al mediodía, puede ser una velada rebelión, llevan siglos como símbolo de amanecer-despertar. ¿Qué reciben a cambio? Recetas de coq-au-vin, lugares privilegiados en las veletas, animalito predilecto de Francia y emerger del pincel de Chagall. ¡eureka! esos pollos en el lienzo sí me gustan...

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